domingo, agosto 27, 2006

A DOS SEMANAS


A dos semanas de la muerte de Frania Belén Pastora Matamoros, no hay ningún detenido en el caso que mantiene consternado al poblado de El Sauce.

El padre de la joven de 22 años, Silvio Pastora, había advertido sobre una posible tragedia tomando en cuenta que su hija iba sola a limpiar la casa.

“Yo dije que era muy confiada, abría las puertas y se ponía a barrer; logré que no durmiera en esa casa sino donde la abuela, pero de nada sirvió”, relató.

Cuando llegó a buscar a Frania a la vivienda, una vez que fue informado de la desaparición, surgió un presentimiento de tragedia. Abrió la cortina de la ventana de la vivienda y divisó a la joven completamente inerte, “el corazón le falló”, fue lo primero que le vino a la mente ya que padecía del corazón.

Pero al forzar la puerta su sorpresa fue mayor, el cuerpo estaba entre los colchones, sobre la cara la muchacha tenía una almohada y una camiseta, el rostro estaba casi desfigurado por múltiples heridas

No quería ir a trabajar
Según la abuelita, Socorro Matamoros, con la cual vivía Frania antes de salir hacia al trabajo, le manifestó que no quería ir, “sin embargo agarró un motete y se fue, ya no la volví a ver hasta que me dijeron que la mataron”.

Hizo referencia a un problema vecinal sostenido días anteriores, pero se negó a brindar mayores detalles, se limitó a catalogar la muerte como un crimen inexplicable tomando en cuenta la calidad de personas de su nieta, que además de trabajar, estudiaba para salir adelante
Sospechas y más sospechas
El subcomisionado José Alfredo Solís, jefe de la Policía del Sauce, indicó que las investigaciones continúan y que están respaldadas por el trabajo de especialistas de León.

En tanto el padre lamenta que el único sospechoso, no sólo ante la familia sino ante el pueblo, esté en libertad, porque en cualquier momento puede salir del país. No descarta que el crimen, del cual todavía la Policía no aclara si hubo o no abuso sexual, lo cometieron dos o más personas.

Lo curioso es que los vecinos no escucharon ningún grito o movimiento en la casa pese a que el cuarto está en dirección a la calle. La última persona vio a Frania como a las seis de la tarde dentro de la vivienda, por lo que después los hechores pudieron penetrar por una de las ventanas que estaban forzadas.