miércoles, agosto 30, 2006

PADRE E HIJO MUEREN ELECTROCUTADOS


Refrescarse en la tarde calurosa que azotaba la capital ayer, resultó fatal para un padre y su pequeño hijo, quienes perecieron electrocutados en un barrio anexo a Laureles Sur.A la una y media de la tarde, don José Leiva realizó varias llamadas de emergencia para tratar de auxiliar a su vecino y a uno de sus hijos, pero a esas alturas ya habían expirado.Jairo Mayorga Silva, de 38 años, y Abraham José Mayorga Arce, de siete, son las víctimas fatales de un cable que lamentablemente cayó, y sin que ellos se dieran cuenta energizó el cerco que rodea el patio de la familia Mayorga Arce.Según relata don José Leiva, él estaba arreglando un abanico cuando su hijo llegó a decirle asustado que el niño Abraham estaba muerto
Padre trató de salvar al niño“Lo que hice de inmediato fue cortar los alambres… los toqué para ver si tenían pulso, pero no, entonces llamé a los bomberos, a la Cruz Roja y la Policía, pero tardaron como 10 minutos que se me hicieron eternos. Me sentí desesperado, traté de reanimarlos y fue imposible”, relató apesarado el vecino.A juicio de Leiva, la forma en que murieron padre e hijo es una muestra más de amor paternal hacia su vástago, ya que Jairo murió por tratar de ayudar al pequeño, y en el intento ambos fallecieron.“Lo que pasó fue que el niño tocó el alambre energizado, no me explico cómo, y al verlo su papá trato de despegarlo y él también fue electrocutado… le cayó encima, y con las púas de los alambres se lastimó la boca, no cabe la menor duda que el amor que se les tiene a los hijos es mayor, ya que uno trata de salvarlos a ellos”, aseguró Leiva.Varios de los vecinos que llegaron hasta la vivienda de Jairo Mayorga, culparon de esa tragedia a Unión Fenosa, ya que en varias ocasiones han solicitado que lleguen para ver la posibilidad de legalizarse, pero ponen oídos sordos.“En esta cuadra, con los dos que murieron ahora van tres víctimas, es cierto que no estamos legales, pero les decimos que poco a poco podemos hacer el sacrificio de legalizarnos para que ya no haya accidentes”, manifestó un vecino que omitió su nombre.Cabe decir que la familia Mayorga Arce no cuenta con recursos para realizar los funerales de los dos miembros que fallecieron, por lo que solicitan ayuda.Jairo Mayorga Silva deja en la orfandad a tres niños. Su esposa, una humilde mujer que labora en el Mercado Oriental, por todos los medios busca cómo salir adelante, pero la situación económica que atraviesa el país no se lo permite.El hecho se registró del Hotel Oasis cuatro cuadras al sur, en el barrio anexo de Laureles Sur.