sábado, septiembre 09, 2006

sharapova a la final


NUEVA YORK -- Si hay algo que quedó claro en las semifinales femeninas del Abierto de Estados Unidos fue el pobre espectáculo deportivo que ofrecieron las cuatro protagonistas, algunas más que otras, mientras que la rusa María Sharapova confirmó su condición indiscutible de la "diva" de la imagen.
Después de conseguir una victoria merecida, pero demasiado fácil, ante la número uno del mundo la francesa Amelie Mauresmo, que para perjuicio del tenis femenino volvió a ser la "antigua", es decir, la inconsistente que en 11 años no pudo ganar un título de Grand Slam, Sharapova tuvo tiempo de lucir las prendas deportivas e informarles.
A la cancha Arthur Ashe salió con un vestido falda entero de color azul pálido, que resaltaba su estatura y elegancia, mientras que en su cuello llevaba una cadena especial que hacia juego con los pendientes.
Con las ya tradicionales zapatillas de brillantes, Sharapova tampoco de olvidó del "gruñido" que da cada vez que golpea la pelota, que acompañado al mal juego de Mauresmo, el espectáculo que ambas tenistas ofrecieron en la pista central Arthur Ashe no pasará a la historia del tenis.
Tampoco la posterior rueda de prensa en la que, al margen de decir que se sentía muy feliz de haber llegado a la final, apareció cubierta con otro modelo de camiseta, pantalón, pendientes, cadena del cuello y una gorra tipo boina.
Lo más original en la nueva vestimenta de Sharapova fue llevar puesta en letras brillantes la expresión de que "Cada vez que doy un gruñido me siento más hermosa", en alusión a la defensa que hace del grito que tanto molesta al resto de las profesionales y a los propios espectadores.
Ante tanta prepotencia y protagonismo de Sharapova, se entiende que Mauresmo fuese sincera y durante la rueda de prensa admitiese que no tenía ningún tipo de explicación lógica que dar a mal juego que había hecho en el campo. "Tal vez fue una mezcla de cansancio físico y falta de concentración lo que me impidió que pudiese hacer mi mejor tenis, pero la verdad es que también puedo tener efecto la estrategia que no me permitió jugar de la manera que deseaba", declaró Mauresmo.
La derrota no sólo generó a Mauresmo perder por primera vez en cinco enfrentamientos con Sharapova, quedar sin disputar la tercera final de Grand Slam de la temporada con opción a conseguir el título como hizo en Australia y en Wimbledon, sino que también perder el puesto de número uno del mundo.
La belga Justine Henin-Hardenne, la número dos del mundo, no estuvo tampoco brillante, ni jugó su mejor tenis, pero luchó y aguantó en el partido hasta que la serbia Jelena Jankovic, decimonoveno preclasificada, se olvidó de hacer las cosas perfectas en el campo y con un set arriba y en el segundo 4-2 y saque permitió que su rival le ganase 10 juegos consecutivos.
Ante tanta inconsistencia, Henin-Hardenne y Sharapova fueron las menos malas y tendrán el derecho a disputar mañana, sábado, por la noche la final que defina el título de campeona el Abierto de Estados Unidos.
Algo que para los que han apostaron por la imagen de Sharapova, la rusa que con 17 años ganó Wimbledon, es lo mejor que ha sucedido a su preferida en las últimas dos temporadas. Antes del torneo, los estrategas de la publicidad de televisión y carteles habían trabajado para que en los nuevos anuncios estuviese Sharapova y su llegada a la final es la situación ideal para sus intereses.
Ahora más que nunca la imagen de Sharapova, que vuelve a una gran final después de haberse quedado en cinco semifinales anteriores, tendrá una proyección global y en plan de "diva".
Desde cámaras de foto, compañía de teléfonos móviles, ropa deportiva e informal, junto con la línea de perfumes, ya ha lanzado su propia marca, hasta pasta de dientes, tienen firmados contratos comerciales con Sharapova, que ahora puede darles el máximo de publicidad.
El más reciente informe comercial y de publicidad mostraba también que Sharapova había firmado un contrato de por vida por 20 millones de dólares con la compañía que fabrica sus raquetas.
Por si todo lo anterior no fuese suficiente, en los 12 días que lleva en el Abierto, Sharapova ha sido también el centro de atención de los columnistas de los medios locales de la prensa del corazón que especulan con su posible romance con el estadounidense Andy Roddick.
Si algo le faltaba a la "Maria Manía" que se vive en Nueva York era que Sharapova lograse su pase a la final y eso fue lo que consiguió para completar su fama y protagonismo dentro y fuera del campo.