MAÑANA TRAGICA

cuatro muertos en accidentes de tránsito
Cuatro personas perdieron la vida durante la mañana de ayer en tres accidentes de tránsito que se produjeron en Maipú, Rivadavia y San Rafael. En todos los casos fueron jóvenes los que murieron.


El primero de los accidentes ocurrió a las 6 en San Rafael. Un Fiat 600 que circulaba por Dean Funes al sur, cayó al canal marginal al llegar al cruce con calle Los Filtros. Su conductor fue despedido y lo encontraron sin vida en el cauce a 20 kilómetros del lugar donde se produjo la caida a la altura de calle El Monte. El segundo sucedió a las 6.45 en la intersección de Acceso Este y Belgrano, en el límite de Coquimbito y Rodeo del Medio. Allí volcó un Peugeot 504 conducido por Pablo González, de 24 años, que perdió la vida en el lugar. Su acompañante, Miguel Aravena, de 20, fue atendido en el hospital Central con lesiones leves y fue dado de alta. En un choque en calle Tres Esquinas en el ingreso al distrito Medrano un VW Senda chocó contra un árbol cerca de las 8:30. Como consecuencia dos jóvenes perdieron la vida. David Gerardo Lisarraga, de 24 años, y su acompañante José Ariel Lucero, de 25, quien dejó de existir mientras era trasladado al hospital regional Perrupatto de San Martín.Por la tarde, en otro hecho Miguel Chaparro de 33 años resultó herido de gravedad luego de darse vuelta en su Clio (foto) junto a Lidia Martínez de 39 y tres niñas de 13 años que fueron llevadas por el SEC al Hospital Notti con politraumatismos varios. Chaparro fue internado en terapia intensiva del hospital Central con un traumatismo encéfalo craneano y Martínez con lesiones pulmonares. Fueron sacados del auto por los bomberos en el acceso Sur y Azcuénaga de Luján.

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Violaron a otra chica cerca de la trágica estación Núñez
La chica, de 21 años, venía de bailar y fue abusada en la intersección de la calle Luis Huidobro y las vías. Vecinos del lugar, donde se cometieron muchos abusos, le ratificaron el hecho a Canal 26. La denuncia está registrada en la Comisaría 35 y la Policía busca al agresor
Salió este miércoles por la noche a bailar y, cuando regresaba alrededor de las cinco de la mañana del jueves, sufrió la brutal agresión en una zona donde suelen registrarse este tipo de hechos con mucha frecuencia.Cerca de la estación Núñez de la ex Línea Mitre, en la intersección de la calle Luis Huidobro y las vías, sucedió la violación de esta chica, de 21 años. Vecinos del lugar le confirmaron a Canal 26 que el hecho, por desgracia, sucedió.La denuncia ya fue radicada en la Comisaría 35, que investiga intensamente para encontrar quién fue el agresor y luego detenerlo.Hay que recordar que esta zona tiene un antecedente mortal en 2003: la joven Lucila Yaconis, que se resistió a ser violada, terminó perdiendo la vida.Desde entonces, los casos se ramificaron y las protestas; nació la agrupación “Vecinos en Alerta”, que viene reclamando infructuosamente para tener más presencia policial y mejor iluminación en la zona, pero está claro que la inseguridad por ahora gana la batalla.En la zona, la cantidad de estos delitos supera a la registrada en otros barrios, y existe el mayor registro de ADN de violadores. Según fuentes judiciales, el principal motivo de este fenómeno es porque el barrio está atravesado por varias líneas de trenes, donde hay descampados que aprovechan quienes cometen los delitos.

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Roca.- En medio de la noche, el clima era angustiante y desolador. En medio de la ruta, lo que fue un automóvil solo era un montón de chapa retorcida. En su interior, los cuerpos apretados de varias de las víctimas. Los bomberos trabajaron aplicando todo su profesionalismo para el rescate. Con una camioneta engancharon los restos de la chapa para intentar estirarla y permitir sacar los cuerpos que habían quedado aplastados. Entre ellos, los de dos niños, y los mayores, entre los que se encontraba el conductor. "Pensé que era un muñeco" dijo Juan Mercado, veterano bombero de Roca, cuando levantó un envoltorio con una mantilla amarilla, y el rostro inerte de un bebé de no más de un mes de vida se descubrió ante su rostro. Fue puesto en la misma bolsa negra en la que ya habia sido cargado el cuerpo de, se supone, su madre. Allí donde no valen las palabras, los bomberos contuvieron el aliento, y siguieron removiendo chapas en busca de otros fallecidos. Ya habría tiempo para descargar emociones. El olor a aceite y gasoil desparramado desde el destruido automóvil impregnó el ambiente, mientras solo se escuchaban susurros y algunas indicaciones un poco más elevadas de bomberos y policías. Las ambulancias dieron lugar tiempo después a los vehículos de una empresa de servicios fúnebres, que cargaron las bolsas negras conteniendo los restos de lo que supo ser una familia. Respecto a las causas del siniestro, las primeras hipótesis señalaban que se habría reventado el neumático delantero izquierdo, aunque nada estaba en firme aún. Casi las 11 de la noche de un sábado que le cambió el panorama a una jornada que hasta pocas horas antes, había sido para muchos de descanso y esparcimiento. En medio de la ruta, los restos de ambos vehículos. La muerte haciéndose presente para recordar que sigue siendo dueña del lugar. Una familia destrozada, ocho muertos para sumar en las estadísticas policiales. Las mismas preguntas de siempre.