58 - MUERTOS EN CHOQUE DE TREN
Al menos 58 personas murieron y otras 130 resultaron heridas ayer en Egipto cuando dos trenes colisionaron en la estación de Qaliub, 20 kilómetros al norte de El Cairo. El accidente se produjo a las 7.15 hora local (6.15 hora peninsular española) entre un tren procedente de la ciudad norteña de Banha y otro que esperaba en la estación de Qaliub.
El gobernador provincial, Adli Husein, que se desplazó junto a otras autoridades al lugar del accidente, explicó que éste ocurrió cuando el tren número 808, que circulaba a gran velocidad, chocó con la parte trasera del otro, que permanecía en la misma vía. Según las primeras investigaciones, parece que el tren que llegó a la estación había ignorado una señal de parada a la entrada.
Khalil Sheikh, un viajero que se encontraba esperando en el andén, intentó evitar el accidente: "Vimos como el otro tren entraba frenando en la estación. Avisamos al conductor y el tren se movió unos 15 metros y mientras se estaba desplazando los dos trenes chocaron".
Tras el impacto varios de los vagones del tren que entró en la estación descarrilaron y volcaron, otros se aplastaron como un acordeón. Muchos de los ocupantes del tren descarrilado salieron despedidos. Las ropas y los zapatos de los pasajeros acabaron esparcidos por el andén. La parte de atrás del tren que estaba en la estación comenzó a arder.
"Yo estaba sentado en uno de los vagones del tren que llevaba cinco minutos parado en la estación. De repente, sentimos como un terremoto, salimos por las ventanas y vimos fuego en la parte de atrás", dijo uno de los viajeros. Tras el accidente, una veintena de ambulancias acudieron para atender a las víctimas. Los servicios de rescate estuvieron cinco horas sacando cuerpos de los vagones. Para facilitar las labores de socorro, emplearon un bulldozer y encontraron partes de los cadáveres debajo de los trenes siniestrados.
670 euros por fallecido
Las autoridades sanitarias pidieron a los vecinos de Qaliub que donaran sangre en los hospitales mientras cientos de personas se desplazaron a la ciudad para conocer la suerte de sus familiares. Las fuerzas de seguridad tuvieron que formar un cordón para mantener el orden en la estación.
El ministro de Sanidad, Hatem el Gabali, anunció que los familiares de los fallecidos recibirán 5.000 libras egipcias (670 euros), mientras que los heridos obtendrán 130 euros. Algunos miembros de la oposición egipcia presentes en la estación dijeron que el Gobierno había sido negligente al no cuidar las medidas de seguridad en el transporte, pese a anteriores siniestros.
El accidente de tren de ayer es el más importante desde el sucedido en febrero de 2002, cuando 360 pasajeros que viajaban de El Cairo a Luxor murieron al incendiarse un tren abarrotado.
Khalil Sheikh, un viajero que se encontraba esperando en el andén, intentó evitar el accidente: "Vimos como el otro tren entraba frenando en la estación. Avisamos al conductor y el tren se movió unos 15 metros y mientras se estaba desplazando los dos trenes chocaron".
Tras el impacto varios de los vagones del tren que entró en la estación descarrilaron y volcaron, otros se aplastaron como un acordeón. Muchos de los ocupantes del tren descarrilado salieron despedidos. Las ropas y los zapatos de los pasajeros acabaron esparcidos por el andén. La parte de atrás del tren que estaba en la estación comenzó a arder.
"Yo estaba sentado en uno de los vagones del tren que llevaba cinco minutos parado en la estación. De repente, sentimos como un terremoto, salimos por las ventanas y vimos fuego en la parte de atrás", dijo uno de los viajeros. Tras el accidente, una veintena de ambulancias acudieron para atender a las víctimas. Los servicios de rescate estuvieron cinco horas sacando cuerpos de los vagones. Para facilitar las labores de socorro, emplearon un bulldozer y encontraron partes de los cadáveres debajo de los trenes siniestrados.
670 euros por fallecido
Las autoridades sanitarias pidieron a los vecinos de Qaliub que donaran sangre en los hospitales mientras cientos de personas se desplazaron a la ciudad para conocer la suerte de sus familiares. Las fuerzas de seguridad tuvieron que formar un cordón para mantener el orden en la estación.
El ministro de Sanidad, Hatem el Gabali, anunció que los familiares de los fallecidos recibirán 5.000 libras egipcias (670 euros), mientras que los heridos obtendrán 130 euros. Algunos miembros de la oposición egipcia presentes en la estación dijeron que el Gobierno había sido negligente al no cuidar las medidas de seguridad en el transporte, pese a anteriores siniestros.
El accidente de tren de ayer es el más importante desde el sucedido en febrero de 2002, cuando 360 pasajeros que viajaban de El Cairo a Luxor murieron al incendiarse un tren abarrotado.
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